Conoce más sobre la Ciberadicción y los efectos que causa

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No sabía a dónde me llevaba. Lo cierto era que en las últimas semanas había estado raro… distante. Ató una venda en mis ojos y nos dirigimos a no sé dónde. Parecía nervioso. El camino fue interminable, miles de ideas jugaban en mi mente sin saber a ciencia cierta de qué se trataba. Abrió la puerta de la camioneta y bajé tambaleante. Me condujo por lo que supuse era una callejuela. Estaba empedrada; mis tacones se atoraban una y otra vez. De pronto, sostuvo mis hombros y  me quedé quieta: me tocó el rostro, me dio un beso y, súbitamente, la venda cayó sobre mi cuerpo. ¡No podía creerlo! ¡era maravilloso!… una mesa al centro del jardín; velas, vino y detrás, una manta con la leyenda ¿quieres casarte conmigo? Era la mujer más feliz del mundo y en mi cabeza sólo rondaba un único y constante pensamiento: ¡tengo que subirlo a internet! ¿cómo lo voy a postear? ¡Debo hacerlo ahora mismo!… todos morirán de envidia.

El internetImagen es, sin duda, el descubrimiento que ha cambiado la manera en que las personas vemos al mundo. Tener el exterior a un click de distancia es una maravilla que, en ocasiones, resulta difícil de asimilar. Comprar, hablar, desahogarte, trabajar, pagar cuentas, presumir… todo es posible desde la comodidad de tu casa. En definitiva, no son cuestionables los aspectos positivos que este descubrimiento ha traído a la vida actual, sin embargo, ¿qué sucede cuando este invento con tintes sumamente efectivos se convierten en el eje principal de la vida de un individuo?

La ciberadicción es un término que hace referencia al “uso excesivo, problemático y/o patológico, de internet, a través de diversos dispositivos (ordenadores, teléfonos, tabletas, etc.), que interfiere con la vida diaria. En el gremio psicológico y psiquiátrico este concepto ha levantado polémica, ya que no se han podido comprobar ni establecer síntomas y alcances de la enfermedad. Incluso, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) no considera a esta adicción como existente.

El concepto se lanzó a manera de broma por el psiquiatra Ivan Goldber quien “creó” el padecimiento asociándolo con síntomas como ansiedad y necesidad de estar conectado más de cierto número de horas a la red, en pocas palabras, un problema que afectaba la vida y actividades cotidianas de los ciber-adictos. Aunque su intención fue parodiar esta realidad, la sorpresa se dio cuando muchas personas opinaron y se identificaron con estas señales. Fue este momento cuando se desató una serie de investigaciones que tomaron al tema más en serio.

En la actualidad no hay un consenso sobre la existencia de la ciber-adicción, pues la mayoría de psiquiatras y psicólogos afirman que lo que produce “adicción” al internet no es el medio en sí, sino que por el contrario, son los problemas y conflictos personales del individuo los que hacen ver a un medio sumamente impersonal tan atractivo. Aun así, lo cierto es muchas personas experimentan una imperiosa necesidad por estar conectados todo el tiempo o la mayor parte del tiempo.

“Lo primero que hago es revisar mi celular”, comenta Bernardo, “y no sé por qué pero no puedo estar más de quince minutos sin revisarlo, ya sea para ver actualizaciones en Facebook o revisar mi correo, no importa, sólo quiero estar conectado. Conozco mucha gente en internet, he tenido novia por internet, la verdad es mi mundo. Mis amigos dicen que estoy enfermo pero no sé… no creo que sea así”. Determinar que alguien es adicto o no a internet es difícil, ya que intervienen circunstancias y elementos que varían de persona a persona. Sin embargo una buena manera de identificar que el uso de internet se está convirtiendo en un problema es valorar qué tanto interfiere en las actividades diarias de la vida, cuánto se deja de hacer por estar conectado y qué cosas se postergan por la misma razón.

Encontrar un escape en la red, experimentar la libertad que en la vida real no se tiene o incluso crear una personalidad totalmente distinta a la que se posee, son algunas de las razones por las que la gente disfruta estar en internet. Causa o consecuencia, los cientos de personas que experimentan el deseo constante de estar conectados, hacen de esta manera de actuar una realidad que se vive día a día.

Buscando sobre este tema nos encontramos con este video. Tiene una mirada mucha más crítica sobre este asunto, pero vale la pena que lo revisen y creen su propio criterio al respecto.

¿Ustedes cómo se consideran? ¿Creen que es válido este término? En nosotros quedó la duda si son más las cosas malas que las buenas, y es por eso que nos pondremos a investigar la otra cara de la adicción, los beneficios y las virtudes de estar mucho más tiempo conectado que el resto. Estén al pendiente de nuestras redes sociales y de este blog para conocer el post sobre la contra parte.

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Por: Yare H.B

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