Recuerdo muy bien cuando era niña y veía Robocop. Me quedaba maravillada ante la realidad virtual que este semi-sujeto tenía bajo su mirada. Escanear, encontrar, localizar; hacía todo con tan sólo una orden. Pensar que esto algún día podría ser real era, para mí, una fantasía que tal vez mis bisnietos vivirían pero, definitivamente, yo no.
Lo cierto es que los avances tecnológicos crecen a tal velocidad que dejan en la cotidianidad de la gente realidades que tal vez hace veinte años se consideraban imposibles. La sorpresa viene cuando te das cuenta que eso que veías tan lejano, está ahora a tu alcance y puedes utilizarlo para tu beneficio. Este sentimiento es el que me causó saber sobre la existencia de Google Glass.
Estas gafas desarrolladas por Google, ofrecen a su portador el acceso a una realidad virtual directamente relacionada con su smart phone. La patilla derecha del dispositivo es táctil y a partir de ella se pueden controlar todas las funciones que este gadget ofrece. Puedes localizar lugares cercanos, tomar fotos, grabar, transmitir en alguna red una vivencia en tiempo real y, por su puesto, utilizar aplicaciones como Google maps o Google +.
La duración de la pila es de, aproximadamente, un día y una particularidad es que también puedes manejar el dispositivo a partir de comandos de voz. Tú como usuario, configuras los lentes para que con un movimiento de cabeza inicies su funcionamiento seguido del mandato “Ok, Glass”. A partir de esto, puedes “pedir” tomar una foto, un video, buscar un mensaje, hacer una llamada o todo lo que necesites sin tener que utilizar las manos.
El diseño y la fisionomía que Google lanzó para este dispositivo, es un distintivo que lo hace sobresalir de los demás invenciones parecidas a ésta. Tiene diferentes colores e, incluso, puede adaptarse para aquellos que por preescripción médica necesitan utilizar anteojos. Hay siete modelos al alcance del consumidor: Classic, Bold, Edge, Active, Curve, Thin y Split.
Google Glass tiene una cámara de cinco megapixeles, wi-fi, bluetooth, almacenamiento de 16 GB, entre otras cosas. Sin duda, se trata de un aditamento que nos hace la vida aún más fácil. Imagínate, por ejemplo, en una noche lluviosa en la que el camino aún es largo y la gasolina está por terminarse. Encontrar la gasolinera más cercana estará a la distancia del mandato: “Get directions to gas station”.
Ser, o al menos sentirse como Robocop ya no es un sueño de la infancia; se ha convertido en un hecho que puedes experimentar gracias a Google Glass.
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Por: Yare H.B